jueves, 30 de agosto de 2007

¿Langostas? ¿Fans?

Me estoy dando cuenta de que escribir un blog sin fans es muy difícil. Porque no hay un destinatario al que dirigir mis delirios de grandeza, así que se empequeñecen. ¿Y qué es un delirio de grandeza empequeñecido? Pues nada, no es nada. Pierde su esencia. Como los monumentos griegos en los museos. Así que creo que me inventaré una legión de seres dispuestos a adorarme sin ningún motivo, y debo buscarles un nombre cuanto más absurdo mejor. Langostas, padawans, hormigas o mapaches no, porque esos fueron fans reales en mi imaginación.

Mmmm.. ¿alguna sugerencia?

(de momento tengo una gatita incondicional, ¡gracias Ire!)

martes, 28 de agosto de 2007

Tortura...

Bueeeno, ya queda poquito para empezar las clases. Éste va a ser mi horario, en un principio. No me apetece mucho tener Proyecto de Instalaciones hasta las diez de la noche, así que intentaré cambiarme al turno de mañana. No sé, no estoy concienciada de ir a empezar, no me hago a la idea. Supongo que en cuanto lleve una semana en clase me parecerá que llevo ahí toda la vida, lo que en cierta manera casi es verdad. Ahora mismo tengo esa misma sensación. Todo es igual que como lo dejé, pero hay un hueco de un año. Curioso.

lunes, 27 de agosto de 2007

Which Bowie are you?

Qué gran link para perder el tiempo: http://kaffee.150m.com/bowiequiz.html

Éste es el Bowie que soy:




Éste es el Bowie que fui:





¿Qué Bowie sois vosotros?

sábado, 25 de agosto de 2007

Empezar

¿Y cómo se puede empezar un blog? Es una idea que nunca me había atraído, pero hoy estoy sentimental. Tras leer unos cuantos mails a aquello que llamé por decisión propia mi “club de fans”, he vuelto a las andadas. Pero aquello murió. Y en parte murió porque pensé que ya era suficiente para mis pobres “fans”, que nunca me habían pedido serlo. Así que aquí y ahora inauguro éste, mi nuevo Club sin Fans, para no obligar a nadie a leerme, pero poder seguir obteniendo los efectos terapéuticos de los delirios de grandeza espontáneos. Me doy la bienvenida, y se la doy a quien quiera visitarme. Y como en el fondo, esto siguen siendo mails, sólo que sin destinatario, pues me despido. ¡Un beso!